El año pasado en 2013, debido al huracán Sandy, ¡nuestros niños lamentablemente no tuvieron Halloween! Pero mi hija ya ha descubierto lo que quiere ser el próximo año… ¡un hada de los dientes! Asumiendo que era solo una fase… en la primavera, me recordó… justo después de su primera cirugía dental del año, «Mamá… seré el hada de los dientes para Halloween. ¡No lo olvide!» Se acaba el verano y me empiezan a llegar catálogos de disfraces… princesas y hadas… que tal esto, Madison… o esto? “Mamá, ¿te has olvidado? ¡Te dije durante años que quiero ser el hada de los dientes! Ah, y por favor, ¿puede ser todo blanco? ¡Empecé a buscar en Google disfraces del hada de los dientes ya hechos, pero no puedo encontrar nada!
Un día nos sentamos y dibujamos. Ella dijo que debería ser todo blanco y brillante.
Necesita una varita y una corona… porque «mamá… ¡las hadas de los dientes son increíbles!» ¡Esta es mi novia!
Creé un vestido a partir de dos tipos de tul. Blanco puro y blanco con destellos. Le medí el pecho para el elástico ya lo largo, la medí desde las axilas hasta los tobillos, luego dupliqué esa medida para el tul. Acabo de atar todas mis tiras de tul al elástico. un extremo detrás del elástico. Luego tome los extremos, páselos por el lazo y átelos. Hice esto desde todos los lados hasta que el vestido estaba lleno. Hice un diente de almohada con papel de fieltro blanco. medio. Su palillo de dientes… Moldeé un diente con plastilina y le puse una varilla de madera de 3/4″ de diámetro envuelta en cinta blanca. Cuando el diente estuvo seco, lo pinté con pintura acrílica brillo blanco. Con el resto de la arcilla, hice pequeños dientes, que ella regaló a sus amigos. Su tiara. Ella ya tenía una corona. Lo decoré con dientes diminutos, también de arcilla, y pedrería adicional. Completó el disfraz con un leotardo de ballet blanco y botas de combate plateadas.