La idea de los llamativos trajes de viaje me vino de un traje que vi en un catálogo. Lo miré y pensé: «Puedo hacerlo mejor que eso». Fue fácil una vez que surgió la idea. Desafortunadamente, tenía un atuendo «ruidoso» en mi armario. Todo lo que mi esposo tuvo que hacer fue agregar calcetines a sus sandalias, un par de modernas gafas negras con montura de carey colocadas sobre su nariz cubierta con protector solar, una divertida camisa de fiesta y un sombrero, y una peluca despeinada. La hoja hawaiana y los binoculares añaden detalles.
Mi llamativo atuendo con maquillaje exagerado y una atrevida peluca rubia platinada, junto con un gran libro lleno de mapas e información sobre viajes, completaron el look. Unas lindas y pequeñas gafas de ojo de gato me dieron una sofisticación anticuada. Fueron los detalles los que hicieron de este disfraz un verdadero éxito. A nuestros amigos les gustó el look y ganamos el premio al mejor disfraz.