Se escucharon risas desde lejos: “¡Guau! ¡Mira al hombre palo!”. Cada persona en cada casa a la que fuimos por golosinas tenía que ver de qué estaba hecho el traje brillante. Y cuando nos dimos la vuelta para irnos, y el propietario o la anfitriona vislumbraron la parte trasera del traje, se rieron histéricamente.
Lo mejor del disfraz, además de ser barato y fácil de hacer, fue que no tenía que preocuparme de que vieran a mi hija en la oscuridad. Por supuesto, este disfraz fue difícil de fotografiar, ¡pero valió la pena!
Total gastado: $18
3er lugar en nuestro concurso de disfraces caseros de Halloween 2007. Haga clic aquí para ver otros ganadores…