Estaba embarazada de siete meses y tuve una gran idea para un disfraz de Halloween único. Decidí dibujar una barriga como una sandía. Luego encontré algunas enredaderas y me apliqué mechones de color rosa intenso en el cabello. ¡Todos pensaron que era una camiseta hasta que la tocaron!
No pasó mucho tiempo esa mañana, pero gracias a eso, gané un concurso de disfraces en el trabajo. Cuando me preguntaron quién era yo dije: “Recuerdas cuando eras pequeño, tu mamá te decía que no tragaras semillas de sandía… bueno, entonces señalé mi estómago”.
Este disfraz de embarazada de sandía casero fue todo un éxito y era bastante sencillo, aunque te llevó mucho tiempo maniobrarlo y pintarlo tú mismo. Podrías pedirle ayuda a alguien. Recuerdo que ese día le pusieron un maletero a mi coche y tuve que ir a pagar las multas de aparcamiento de esta forma. Fue divertido.