Mi hijo de seis años decidió que necesitaba un disfraz de Eduardo Manostijeras para el último Halloween. Después de varias horas de buscar en Internet un traje de su talla, me di cuenta de que tendría que asumir la tarea de hacerlo yo mismo.
Empecé yendo a una tienda de telas y comprando unos metros de tela negra para trajes. Obtuve un patrón de Walmart para un par básico de pantalones de bebé y una camisa de manga larga, los hice a partir del patrón y luego corté una tira de tela para coserla en la parte superior de la camisa como una pieza de cuello alto.
Fui a la tienda de segunda mano local y compré tantos cinturones negros en diferentes tamaños como pude encontrar. Imprimí algunas fotos del disfraz real de la película de Internet e intenté reproducirlo lo mejor posible. Pegué las correas dondequiera que estuvieran en el traje real. Pegué anillos de arandela a algunas de las correas y añadí clavos para muebles (¡martilla el extremo puntiagudo del clavo!) a las otras. Los anillos en el traje son solo llaveros plateados que también fueron pegados en caliente. Los colgantes de la cruz y la luna y la cadena en la manga eran todos de Walmart.
Los zapatos negros vinieron de una tienda de segunda mano. Pedí la peluca y los guantes de Eduardo Manostijeras en línea. Los guantes, sin embargo, eran solo tallas para adultos y eran demasiado grandes para mi pequeño. Terminé teniendo que quitar las cuchillas de estos guantes y pegarlas con pegamento caliente a un par de guantes negros para niños para mantenerlos en su lugar. En cuanto al maquillaje, compré un kit de cicatrices en la tienda de disfraces y le hice algunas cicatrices alrededor de la cara. Mezclé un tubo de pintura blanca para la cara con un poco de pintura gris para evitar que su cara se pusiera tan blanca.
¡Estaba muy complacido con el resultado del disfraz y mi hijo disfrutó mucho siendo Edward! Todo el trabajo involucrado en hacerlo definitivamente valió la pena para que él amara su traje. ¡Pocos le pasaban el último truco o trato, sin querer hacerle una foto! ¡Definitivamente fue un éxito!