Este año fui con un disfraz místico casero. Empecé comprando un mono azul en una tienda de danza de descuento en línea. Después de asegurarme de que quedara bien -después de todo, iba a hacer que pareciera piel desnuda- procedí a pintarlo. Para esto, usé acuarela (la del tubo) para poder lavarla si algo sale mal.
Con las yemas de los dedos, creé manchas más oscuras, que luego tracé con blanco con un pincel fino para crear un efecto 3D. Coloreé el mono mientras lo usaba para saber cómo se vería cuando estuviera listo. Cuando terminé el frente, me puse el overol al revés y pinté la parte de atrás.
Usé pegamento y mucha laca para peinar mi cabello hacia atrás y luego lo teñí de naranja fluorescente con laca lavable. El maquillaje facial se realizó con 3 tipos de pintura facial: azul (tono de piel general), negro (para crear un patrón) y blanco (para resaltar las «crestas»).
Dio la casualidad de que ya tenía un par de zapatos azules con estampado de cocodrilo, por lo que combinaban perfectamente con el aspecto escamoso general. Por último, pinté los brazos y las piernas, utilizando la misma técnica que para el maquillaje de la cara, para que todo se difumine.
Tiempo transcurrido: unas 5 horas.
Dinero gastado: poco menos de $50.
¿Valió la pena? ¡Absolutamente! El traje fue un éxito dondequiera que fui.
