El tema era «francés», pero no quería ser la típica sirvienta francesa o María Antonieta, así que decidí optar por un disfraz de caracol francés.
Primero, traje un tubo de conducto de aluminio, lo enrollé en forma de concha y lo uní con cinta adhesiva. Agregué una caja de pañuelos cuadrada vacía en un extremo para crear la forma de la que sale el cuerpo del caracol. Luego comencé a cubrirlo con papel maché. Tomó varios días porque había que hacer un lado y dejarlo secar antes de poder hacer el otro. La última vez lo cubrí con papel crepé marrón y lo cubrí con cola de PVA para darle brillo.
Para sujetarlo a mi espalda, corté las correas de una mochila vieja y las cosí al cuerpo con una aguja de zurcir grande. Es fácil de poner y puedes apretar bien las correas para que se sienta bien en mi espalda.
El resto del disfraz estaba hecho con un traje de Lycra que ya tenía y unos bonitos boppers en la cabeza. El atuendo provocó muchas risas, y los invitados franceses que estuvieron presentes en la fiesta lo encontraron hermoso y muy divertido.