No tenía ganas de ir a un bar en Halloween, pero en el último momento mis amigos pensaron que era una buena idea.
Se me ocurrió la idea de este disfraz de «chicas enloquecidas», así que dibujé este letrero en diez minutos y lo prendí a otra camisa. Y quién sabía que era un éxito.
¡Los mejores disfraces de Halloween siempre están hechos a mano!