Descubrí, con un día de anticipación, que la guardería de mi hija iba a tener una fiesta de Halloween unos días antes de Halloween. Como su disfraz real aún no estaba listo, se me ocurrió este súper lindo disfraz de mago DIY en el último minuto.
Abrí mi «camión de cosquillas» (también conocido como la caja en la que guardo todos mis viejos disfraces y accesorios de Halloween) y encontré un sombrero de mago y una pajarita (ambos disponibles en tiendas de disfraces por muy poco dinero).
Fui a la cómoda de mi hija y encontré unos pantalones negros, una camiseta blanca y un cárdigan negro. Envolví el palillo en cinta adhesiva negra para que actuara como su varita mágica y dibujé el bigote con delineador negro.
¡Y aquí está ella, la hechicera más linda! (¡Ayuda que siempre lleve consigo un conejito de peluche y diga «abra cadabra» todo el día!)
