Este es mi hijo de 11 años con su disfraz de niño sin cabeza hecho en casa para Halloween.
Los únicos artículos que tuve que comprar para el disfraz fueron una camisa gris gigante (tienda de segunda mano), un relleno de plástico para los brazos, los hombros y los guantes, y maquillaje.
Usé un canguro para darle altura al traje y luego usé una TONELADA de polirelleno para hacerlo más grande. Hice un agujero en la caja de cartón de la torta para que su cabeza pudiera pasar y usé papel de seda rojo para rellenar su cuello. Usé imperdibles y una pistola de pegamento caliente para sujetar los brazos a los costados (para evitar que se comben) y los brazos falsos a la caja del pastel.
También usé pegamento caliente para unir la parte de atrás de la caja del pastel a la camisa para que no se incline hacia adelante. Usé un tazón de plástico con cremallera, lo pegué con pegamento caliente y agregué espaguetis hervidos con agua y colorante rojo para alimentos. Luego agregué un poco de sangre artificial para que pareciera que también había coágulos de sangre. ¡Obtuvo el primer lugar en la categoría de niños de nuestro concurso local de disfraces!
