No tenía dinero ni tiempo, así que fui al Hobby Lobby y compré un rollo de hojas de parra, pintura en aerosol con purpurina y una pistola de pegamento caliente. Cubrí un bikini blanco que apenas usaba con hojas. Me ponía dos sábanas en el pelo y andaba descalzo por la noche.
¡Gané un concurso de disfraces de Halloween en un bar y a todos les encantó mi disfraz de Sexy Eve!