No sabía cómo hacer que este traje funcionara. Me tomó un tiempo descubrir cómo hacer que no sea demasiado pesado. Usé una mochila con ruedas y pegué el asa en la posición superior para que no se deslizara hacia abajo. Luego tomé un trozo de madera del ancho de mis hombros y lo pegué con cinta adhesiva a la parte superior del mango. Tomé 2 pares de calcetines y los envolví alrededor del extremo del árbol en lugar de los hombros.
Luego até mis manos a las perchas para doblarlas y las rellené con periódicos. Compré 2 brazos para sostener mi cabeza mientras los sujetaba a mi abrigo. Envolví una banda elástica alrededor de cada muñeca para sujetar mis manos. Tomé un recipiente de requesón, lo envolví en papel de seda, goteé sangre en el cuello y lo clavé en mi abrigo.
También compré una capa del Ejército de Salvación, metí la cabeza (entre los botones), agregué maquillaje y una viola… ¡tienes un disfraz de Halloween sin cabeza!