Hace unos años todos mis hijos querían que me disfrazara con ellos así que pensé por qué no, era el último minuto y no tenía nada que ponerme así que se me ocurrió mi propia idea.
Ya que tengo cuatro hijos y lavo tanta ropa, ¿por qué no ser el hombre del cesto de la ropa? Así que es 2010 y se volvió a hacer la solicitud, ¡así que por supuesto dije que sí! Ah, y la negrura alrededor de mis ojos es el resultado de todo mi arduo trabajo de limpieza todos los días jajaja.