Cuando le pregunté a mi hijo qué quería ser, gritó Superman. Así que comencé mi búsqueda, y aunque encontré algunos disfraces, no pensé que ninguno fuera tan lindo. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de interpretar a Clark Kent.
Todo lo que necesitaba eran los pantalones de color caqui que tenía mi hijo, una camisa de superman, un botón blanco, capa, corbata y anteojos. Parecía fácil ¿verdad? Sí, no tanto. La camisa de Superman fue fácil de encontrar sin ningún problema, cuando se trataba de los botones no pude encontrar uno blanco y luego, cuando lo hice, los vendieron sin su talla. Bueno, pensé que sería un traje liviano, así que, por supuesto, decidí en el último minuto subir una talla.
La capa era bastante sencilla, pero las gafas por supuesto eran duras, se vendían en negro, claro, solo eran azules, rojas, rosadas o moradas. Bueno, me decidí por los rojos, aunque no eran mis favoritos. Mi hijo ya tenía corbata, pero claro era Mia y nos tomó como 2 horas encontrarlo. Luego, el día de la competencia, la suegra encontró unos lentes negros y todo salió genial.