Compré todos los elementos del disfraz en una tienda local de segunda mano. Después de varias latas de pintura y muchos días de secado, la obra maestra estaba lista. Construimos las plataformas para que se partieran por la mitad para que pudiéramos caminar. Las botas estaban pegadas con clavos líquidos. Nos pusimos monos verdes en la cara para no tener que maquillarnos.
Gran éxito en el concurso de disfraces. ¡Todos querían tomarse una foto con los soldados de juguete!