Este disfraz de Hombre Cohete fue idea de Nana sabiendo que a su nieto Zadeh de 3 años le encanta todo lo relacionado con la velocidad, el vuelo y el fuego. Zadeh estaba encantada con esta idea, especialmente después de ver la película. Empezamos con un plan simple: dos botellas de refresco y pintura plateada adherida a su espalda. Bastante fácil, ¿verdad? Le dije a mi esposo, Craig, y tomó la idea un poco más.
Encontró su fiel herramienta Dremel y un viejo ferrocarril. Ocho horas más tarde, hizo un jetpack de aspecto siniestro. Craig fue a la ciudad a quitar cada pieza genial del tren y pegarla en caliente a las botellas de refresco. Para la parte superior, usamos un molde de castillo de arena. Después de que todo estuvo pegado e instalado, lo llevamos al garaje y lo pintamos con aerosol plateado. Mientras se secaba, tomamos fieltro rojo y naranja, cortamos las llamas y luego le pedimos a Zadeh que lo pintara con pintura roja brillante. Los pegamos al fondo de los jetpacks. Estaba asegurado con cinturones de seguridad y estaba listo para partir. Como complemento utilizamos una chaqueta de pana verde, adornada con insignias de estilo militar, que alisamos. Encontramos un par de pantalones dorados y llevaba botas marrones.
Zadeh no fue de casa en casa. El volo. Su Papa John encendió una linterna de color rojo sobre la llama para que pareciera que realmente se estaba quemando. ¡Era el Hombre Cohete!
Mi parte favorita de hacer este disfraz fue que Zadeh ayudó en cada paso del camino. Fue un proyecto con su Nana y su papá en el que realmente pudo participar. También me gustó que una vez que se puso el jetpack, podías ver una transformación instantánea.
Realmente se convirtió en Rocket Man. Él REALMENTE podía volar. ¡Fue increíble!