Mi octubre estuvo bastante ocupado y tuve que simplificar seriamente lo que había que hacer. ¡Tratar de crear un disfraz impresionante pero divertido para mi hijo de 2 años y medio fue una tarea abrumadora! Elegí a Lydia de Beetlejuice, pero en lugar de vestirla de negro o rojo, quería darle vida a la adorable caricatura de Beetlejuice, que presenta a Lydia con un poncho de telaraña rojo y negro y el cabello recogido en una cola de caballo.
El disfraz fue muy fácil de hacer, tomó un poco de tiempo. Hice un patrón rápido basado en un vestido de manga larga que sabía que le quedaría bien ya que era imposible medir el tamaño de un niño pequeño que tenía que bailar todo el tiempo. Corté el traje de una pieza doblada de vellón rojo, dejando solo las costuras para los brazos. El borde negro está planchado en una cinta al bies que pude planchar a la alfombra a altas horas de la noche. Ella solo usa todo negro debajo de su traje y su cabello era lo suficientemente largo para esa loca cola de caballo. Doblé dos bandas elásticas gruesas para darle rigidez y altura, luego envolví un poco de esta espuma alrededor de la cola de caballo y la recorté para que pareciera más una caricatura. Me sorprende que esté maquillada, pero ahora piensa que cada vez que vamos al baño, podría maquillarse.
Tuve mucho tiempo para recortar rápidamente algunas decoraciones de la espuma aislante y dibujar una lápida y dos gusanos de arena. También le hice a mi hija un gusano de arena relleno con medias rayadas que tenía. Y siempre me uno a la diversión y me visto como Beetlejuice. ¿Qué fue lo más impactante de la noche de Halloween? ¡Todos esos increíbles trucos o golosinas que llegaron a conocernos! Tenía miedo de que esta película no estuviera actualizada para nosotros, pero todos nos dijeron cuánto amaban a Beetlejuice. Todo el mundo se lo pasó en grande con nuestra pequeña Lydia, a la que no le gustaban tanto los trucos ni las golosinas como le encantaba repartir caramelos a todos los niños que llegaban a nuestra puerta. Ella tomó este trabajo muy en serio. Otro trabajo que se tomó en serio fue bailar en el porche mientras yo jugaba Jump in the Line.