Este año, no sabía qué cocinar para Halloween en el trabajo, así que a mi hija se le ocurrió una idea para una anciana cuyo perro había desaparecido. Pensé: «Está bien, hagamos esto».
Rebuscamos en el armario y elegimos un vestido que parecía de señora mayor, un jersey y medias de nailon. Cortamos las perneras de nylon para usar solo el pantalón. Usamos dos pares y los rellenamos con relleno de almohada para hacer dos nalgas grandes. Los cosimos juntos y luego los cosimos a la parte de atrás del vestido.
Luego cosimos un cachorro de peluche en la mitad de las nalgas. Parece que el pobre hombre está atrapado allí. Fue muy divertido hacer esta parte y hubo muchas risas.
Luego buscamos en las tiendas de segunda mano una peluca y algún tipo de sombrero. Encontramos una peluca marrón, la teñimos ligeramente con pintura en aerosol blanca y la dejamos secar. Tomamos nuestro sombrero y le pegamos una cinta y todo tipo de flores. Pega el ramillete al suéter.
Tomamos las piernas de nuestras medias de nailon cortadas y las usamos como medias holgadas, y para colmo encontramos algunas joyas antiguas.
En la mañana de Halloween en el trabajo, me maquillé. Usé sombra de ojos azul y la apliqué hasta mis cejas, un bonito rubor rojo en mis mejillas y un lápiz labial rojo brillante.
Me puse todo el traje, me reí de mí mismo por un minuto y luego pensé: «Oh, ¿cómo voy a montar en esto?» Ya que mi trasero y mi estómago eran muy grandes. Terminé teniendo que empujar el asiento del automóvil hasta el final para poder sentarme detrás del volante. Tuve que sentarme derecho sin respaldo ya que el asiento se bajó al asiento trasero.
Me puse a trabajar y descubrí que no es fácil tener un gran trasero con un perrito atrapado en el medio. No podía pasar entre autos, carretas, etc. Cada vez que caminaba, las patas de los cachorros colgaban.
Todos se rieron cuando me vieron llegar. Hice sonreír a muchas personas ese día. Eso fue genial.