Una tarde de verano, estaba en un festival cuando noté que pasaba un centauro. ¡Pensé para mis adentros lo maravilloso que sería traer esta idea a casa! Y tal vez si alguna vez vuelvo aquí, ¡podríamos ser una manada!
Así que llegué a casa y mi compañero encendió la máquina de soldar. Hizo la estructura del esqueleto de un caballo (solo el cuerpo y las patas traseras) con gruesas varillas de metal y luego me entregó un rollo de alambre de malla fina, una atadura de alambre y unos alicates. Pasé los siguientes 3 días cubriendo el marco del marco con malla de alambre.
Pasé demasiado tiempo creando músculos y curvas perfectas que se perdieron una vez que cosí la piel.
Luego le pegamos unas ruedas a dos de las patas (viejas ruedas de carreta… volante de radio, creo).
Me tomó más de 40 horas coser la piel. Fue muy difícil cortar las piezas, ocultar las costuras y aun así hacer que las cosas encajaran perfectamente. ¡Ojalá hubiera piel elástica durante este proyecto! Lo principal es que la piel sea lo suficientemente gruesa para ocultar las costuras, pero no demasiado gruesa para que no quieras usar pantalones bordados.
Luego saqué una vieja máquina de coser y cosí un par de pantalones que hacían juego con el pelaje del cuerpo del caballo. También le puse unas correas que iban alrededor de mi cintura para mantener al caballo cerca de mí.
Usé mi propio cabello para la cola de caballo. Me acabo de poner extensiones de cabello (¡estar sentada durante 16 horas! ¡Ah!), así que usé el resto de mi cabello para hacer una cola de caballo.
El disfraz era genial e incluso hice un estante dentro del cuerpo del caballo para guardar golosinas *sonrisa*. Regresé al festival el año que viene y aparecieron 2 centauros más, ¡así que mis sueños de ser parte de la manada se han hecho realidad!