Al enterarme de que estábamos embarazadas de nuestro tercer y probablemente último hijo, le rogué a mi esposo que me dejara hacer una gran declaración. Como faltaban dos semanas y media para Halloween, ¡decidimos esperar para contarles a todos sobre el increíble disfraz de pareja! Inmediatamente procedí al truco… ¡el horno!
He visto trajes que eran un hombre en una enorme caja con forma de horno, ¡pero eso no es muy útil para perseguir a Batman y Robin (nuestros muchachos)! Así que hice un mini horno que podía usarse como un collar para poder quitármelo rápidamente si fuera necesario. La caja de cereales funcionó muy bien. Le di la vuelta a la caja, la pinté y corté un agujero para la puerta del horno. Hice calcomanías en un documento de Word para el temporizador (¡este es el momento!), el logotipo y el quemador de la estufa (que no se ve en la imagen). Otros detalles, como la manija del horno y los diales de los quemadores, se hicieron con papel reciclado. Recortamos un cuadrado en la puerta del horno para una ventana, importante para que puedas ver el bollo, y pegamos un trozo de envoltura de plástico en el interior.
El siguiente fue el traje de mi esposo, que era muy simple. Hice un sombrero de panadero con cartulina y papel de seda. ¡Cada uno costaba solo un dólar en la tienda de dólar y eran los únicos artículos que tenía que comprar para nuestros dos disfraces! ¡Una cuchara de madera y una camisa blanca completaron mi atuendo de panadero!
Para completar mi «look», decidí vestirme como ama de casa, lo cual es irónico porque me vestí como yo misma! ¡Nuestros amigos estaban tan sorprendidos y a todos les encantaron nuestros disfraces, incluido mi esposo, que pensó que se sentiría estúpido!
