Mi nieto quería ser Calamardo este año para Halloween, ¡así que acepté el desafío! El viaje comenzó con la recolección de ropa de mi tienda local Salvation Army, Ocean State Job Lot, Michael’s Craft Store, Dollar Tree y Walmart ($38.18 en total).
Empecé armando un sombrero hecho con un trozo de tela cortado de una túnica azul, unido a un sombrero de panadero de papel y relleno con fibra de relleno. De cartón, dibujé la cara de Calamardo y la pegué al sombrero con velcro. Luego cosí el sombrero hasta arriba y pegué el fieltro negro.
Una vez que el sombrero estuvo listo, se hicieron los tentáculos. Las dos piernas son el primer juego de tentáculos hechos con el pijama, luego corto y coso el pantalón de chándal (relleno de fibra) al pijama. Adjuntos a los tentáculos hay calcetines con fieltro morado claro y oscuro. Para la parte superior del cuerpo se usó una camisa azul, sobre la cual se usó un polo.
La parte más difícil de este proyecto es dar con la idea de la cabeza. ¡Mi primer intento fue una cabeza de papel maché que fracasó cuando me di cuenta de que sería muy difícil para un niño de siete años caminar con ella toda la noche! Plan B funcionó increíblemente (muy ligero). Lo que más me complació fue la sensación de logro y la alegría que sintió mi nieto al usar su traje (aunque le resultó un poco difícil cada vez que le dije que teníamos que probárnoslo para un cambio de imagen).
Mi Calamardo estaba de mal humor esa noche (típicamente Calamardo) y estaba preocupado por sentarse y caminar sobre sus tentáculos, pero insistió en una sesión de fotos en el patio de recreo al más puro estilo Calamardo.
No participó en la fiesta de disfraces por premios, pero mucha gente comentó que si lo hubiera hecho, habría ganado el primer premio.
