Adopté a Winston cuando tenía tres años de un orfanato en ruinas en Athens, Georgia, donde tenía gusanos, estaba gravemente desnutrido y le arrancaron parte de la oreja de un mordisco. Desde entonces, he estado decidido a darle una vida mejor. Hago toda su ropa y pensé que, dado que era nuestro primer Halloween juntos, ¿por qué no honrar la herencia mexicana haciéndole un disfraz de Frida Kahlo?
Fui a Goodwill y compré un vestido de recién nacido y lo modifiqué para adaptarlo al cuerpo de Winston. Luego encontré una blusa, de la que hice mangas y volantes. Corté y volví a coser el pañuelo para que fuera del «tamaño Winston» y usé un tirante de sostén transparente y le puse flores para hacer una corona de flores. Como siempre el paciente Winston se sentó y soportó estas fotos!!! ¡Amo a este perro más que a nada y siempre está a mi lado! ¡Espero que esta competencia me permita dar aún más!
