Sarah, la perra locamente obsesiva de Abigail, insistió en que inscribiera a Abby en una competencia de desfile de mascotas. Cuando se trataba de lo que Abby usaría, era una mentalidad de «vete a lo grande o vete a casa».
Necesitaba un disfraz que pudiera usar para mantener a Abby en la camioneta para que no se confundiera y fraternizara con los otros miembros del desfile. Después de varias horas de reflexión, investigación y bocetos, se implementó la Operación Garras y Garras.
El primer paso es hacer que su esposo juegue con sus herramientas en el garaje y cree un «proyecto de fin de semana». Una vez que obtuvo el visto bueno (después de algunos giros, movimientos de cabeza y comentarios como «estás loco», «hablas en serio» y «no puedo creer que estemos haciendo esto»), comenzamos a construir.
Las ideas fluyeron y el disfraz evolucionó hasta convertirse en lo que tenemos hoy, completo con luces de trabajo y música arcade que suena mientras rueda. ¡La gente no puede creer que lo logramos y está locamente enamorada de este disfraz! ¡Registraré esto como una victoria en la categoría de mamá de perro loco!