El año pasado le hice a mi hijo de 9 años un disfraz de rascador de Halloween. El disfraz se llamaba «Garra», una máquina grúa con peluches.
Empecé con una caja rectangular grande, la pinté de negro, pero puedes elegir cualquier color. Pegué unas correas elásticas en el interior para que pueda usarlo en sus hombros y caminar sin agarrarse a la caja. Para la grulla, usé cintas para la cabeza, las pegué en forma de cruz y las envolví en papel aluminio para convertirlas en plateadas. Pegué un peluche en la grúa. Pegué unas luces navideñas a pilas en el interior para darles un poco de luz. Imprimí rotulación, ranuras para billetes de dólar y de veinticinco centavos. Hice un agujero en la esquina inferior derecha de la caja y le pegué un trozo de fieltro para poder meter la mano y tomar el premio. Pegué el premio mitad adentro y mitad afuera. Para un efecto de espejo dentro del auto en la pared trasera, usé papel de seda que encontré en un árbol de dólar, parecía un espejo.
¡Este disfraz era ajustado pero divertido, me encantan los detalles y mientras lo hacía se me ocurrían ideas geniales para hacerlo espectacular! A mi hijo le encantó, al igual que a todos los que lo vieron. Ganó el primer lugar en tres competencias diferentes en tres festivales de otoño diferentes a los que asistimos. Incluso nos invitaron a pasar por la estación de noticias local y hablar sobre el disfraz. ¡Eso fue genial! ¡Halloween se ha convertido en mi fiesta favorita!