Señora barbuda, artista de circo.
En julio, soñé que las mujeres también pueden dejarse crecer la barba, simplemente no quieren, y que se está volviendo popular que las mujeres se dejen crecer la barba. En mi sueño, me dejé crecer una barba deslumbrante que la mayoría de los hombres envidiarían. Cuando me desperté, inmediatamente decidí que tendría barba, es decir, para Halloween. ¡Horas de búsqueda me llevaron a los artistas de circo de finales del siglo XIX y mi disfraz de Halloween estaba en camino!
Una mañana, en una venta de garaje, encontré todas las piezas de mi traje. Encontré un corsé rosa talla 4 (5 tallas demasiado pequeño), un mantel a rayas, una falda negra, botas, cortinas rojas y un marco de fotos. Pasé incontables horas cosiendo el mantel al corsé, ajustándolo a la medida y cosiendo los ojales a mano. Le pedí a mi papá que hiciera photoshop e imprimí las pancartas, las pegué en cartón y las recorté a mano. Tomó más de una hora ensamblar y doblar la parte delantera de la falda para que mi mantel a rayas quedara visible debajo, y tomó un día completo lograr que el marco y la pancarta del «escenario de marionetas en miniatura» se vean bien. Tuve que cambiar todo; incluso las botas tuvieron que abrirse tres pulgadas debido a mis pantorrillas anormalmente grandes.
Me olvidé por completo de probarme la barba y terminé haciéndolo bien en el primer intento una hora antes de que íbamos a ir a la fiesta de Halloween. No le dije a nadie en la fiesta lo que llevaba puesto; todos estaban muy sorprendidos y un poco asustados por el disfraz, especialmente por la barba. No solo gané el concurso de disfraces de la noche, sino que la votación fue unánime. ¡Fue el mejor Halloween de todos!
