Es difícil hacer que la cara de un niño dé miedo, porque es tan linda… así que decidí hacer un disfraz de cupido. 🙂
Para el cabello, hice pequeños pompones de hilo amarillo y los cosí en un sombrero amarillo.
Para el conjunto, pegué bolas de algodón a las bragas de bebé para que pareciera que estaban hechas de nubes.
Para las alas, el arco y la flecha, recorté las figuras en la tabla de ilustración, coloqué las plumas amarillas en las alas, corté y coloqué las cuerdas y el corazón para el arco y la flecha.
A la gente le gustó su apariencia y se tomaron fotos con él. Es sorprendente cómo los pequeños gastos pueden llevar a un gran efecto de vestuario :). Por cierto, ganó el 2do lugar en el concurso de Halloween en nuestro pueblo, orgullosa mami!