Quería ser el viejo Dust Bunny gruñón que vivía debajo de tu cama. Cosí el vestido con gasa y jersey de algodón, que teñí a mano. Se agregaron rayas rasgadas de tafetán gris a la falda para agregar volumen. Las piernas están hechas de piel sintética pegada a un par de zapatos, mientras que las puntas están hechas de arcilla polimérica y pintadas.
Llevo una prótesis facial, que yo mismo pinté con pinturas teatrales. Las orejas están hechas de lona gruesa, reforzadas con alambre y unidas a la diadema. Dibujé montones de relleno de almohadas y los agregué alrededor del disfraz de Scary Dust Bunny para crear un efecto polvoriento.