Mi hijo quería ser un pésimo jugador de fútbol. Así que decidimos hacerle un disfraz de futbolista casero sin cabeza. Le ponemos las medias y los pantalones de fútbol, como de costumbre, y luego le ponemos un trapo con sangre artificial en la cabeza. Colocó sus hombreras en la parte superior de su cabeza y las ató lo suficientemente fuerte para que no se cayeran. El niño puede ver a través de las cuerdas donde están atadas. Coloca un maillot grande sobre las hombreras.
Untamos sangre falsa en los pantalones y brazos de mi hijo. También usó su casco como un jarrón de dulces. Este disfraz ganó el primer lugar en un concurso de disfraces en el Parque Estatal Dale Hollow. ¡Era difícil para la gente entender cómo podía ver que era un disfraz tan divertido!
Espero que este disfraz haya sido una forma divertida y barata de asustar a la gente en la noche más divertida del año. ¡Feliz y seguro Halloween!