Mi nieto de 3 años diseñó este disfraz. El año pasado decidió que este año quiere ser adobo. No importa cuánto lo intentáramos, no pudimos convencerlo de que se convirtiera en otra persona. Entonces yo, abuela, saqué mi máquina de coser.
Como vive a 300 millas de mí, tuve que pedirle a mi mamá ya mi papá que tomaran algunas medidas. Decidí hacer un tubo largo de vellón verde oliva en cuatro piezas. Cada sección se estrechaba en la parte superior e inferior para formar un óvalo alargado de modo que cuando se unían formaban un tubo redondo. Corté un tubo simple para el forro de tela elástica y le puse una capucha.
Medí unas 9 pulgadas, corté un agujero para la cara en la costura delantera del vellón y lo cosí al forro de la capucha. También dejé abierta la costura lateral para los brazos y cosí las sisas al forro.
Cosí la parte inferior al forro, lo que levantó el vellón y le dio un aspecto arrugado como encurtido. Luego agregué montones y montones de bateo, cosiéndolo a mano a las costuras según fuera necesario. Cerré la espalda con velcro del cuello para abajo.
Por esa época, mi nieto decidió que quería ser un pepino, no un pepinillo. Gracias a Dios que no le importaba cómo lo llamaras. Dado que King Pickle es una marca tan importante en el área donde viven, decidieron agregar una corona de Burger King pintada con pintura dorada y hacer que los brazos y las piernas se vean como King Pickle. Parece que acaba de salir de la etiqueta.