Ya compré todo para otro disfraz: aquí, dos semanas antes de la fiesta de Halloween, ¡me vino la inspiración! Rebusqué en el ático, encontré ropa vieja de bebé y mi portabebés, y salí a la carretera. ¡La parte más difícil fue encontrar zapatos y un vestido para un hombre de 6’1″ que pesaba 200 libras!
Al final, todo salió según lo planeado y mi disfraz recibió excelentes críticas y fácilmente ganó el gran premio en la fiesta. Era difícil recordar que tenía una segunda cabeza, por lo que entrar por las puertas fue difícil al principio.
Todos querían fotografiarse con Baby George, incluida mi esposa, la muñeca de trapo gótica que también está en la foto. Fue divertido ver las reacciones de la gente, ¡especialmente porque olvidé toda la noche que parecía un niño! ¡Espero que disfrutes del disfraz!
